miércoles, 25 de julio de 2018

¿Perdiendo el control?


Un enfoque sobre como las empresas familiares pueden expandirse más rápidamente.


Usualmente las grandes corporaciones en un inicio fueron prosperos negocios familiares que evolucionaron fruto del trabajo y efectividad que sus propietarios pioneros le imprimieron por mucho tiempo. En un momento determinado, la configuración de su empresa cambió, se volvieron corporativos (en inglés: they became incorporated), abriendo su capital a otros socios para así poder compartir el riesgo de inversión así como los beneficios del negocio.

El hecho de volver la empresa inicial, una corporación, no necesariamente implicaba que tuvieran un gran gobierno corporativo por cuanto esto no implicaba, necesariamente, que el capital se había abierto a bolsa, por tanto, seguía siendo una entidad no regulada, y ello traía como consecuencia algunas deficiencias administrativas, contables y financieras.

El siguiente gran paso, era abrir el capital a la bolsa. Y cuando se dio,  trajo consigo una serie de modificaciones y cambios drásticos para poder ajustarse a los requerimientos regulatorios, los mismos que buscan, con razón, proteger al accionista minoritario.

Dentro de esta nueva configuración corporativa, aún pesa mucho, sobre todo en latinoamérica la figura del propietario original, manteniendo la mayoría accionaria. Existe mucha resistencia a dar el siguiente paso, lo cual significa perder la mayoría absoluta en las decisiones de la compañía, el tan mentado, 50 + 1. La complejidad del caso se agudiza, cuando el propietario mayoritario de la compañía, tiene un puesto administrativo de avanzada, tal como CEO o CFO, pues el conflicto de interés o problema de agencia se intensifica.

En ese sentido, he querido repasar algunas experiencias corporativas del primer mundo para probar la tésis de que perder el control puede no ser tan malo como pareciera a primera vista. Por ejemplo, tomando una muestra de cinco de las mas representativas acciones del índice Dow Jones (1), el análisis nos dice que el 96.82% de sus acciones son de libre circulación en bolsa (en inglés free float), mientras que al mirar cinco de las principales retailers latinoamericanas, cuyos nombres mantendremos en el anonimato, ese número baja a 61.08%, lo cual no hace si no ratificar la tesis de que el latino se muestra mucho mas reticente a ceder el control mayoritario a nuevos terceros.

El poderoso gobierno corporativo que ostentan estas corporaciones que forman parte del índice DJI, les ha permitido con el pasar de los años, poder continuar compartiendo el riesgo de inversión y abarcando mas posibilidades de negocios que sí hubieran mantenido la estructura de capital inicial.
Pero que implica perder la mayoría accionarial. Principalmente, implica perder mayoría en el directorio, por ende, las decisiones tendrán que ser mucha más colegiadas y consensuadas para velar por el beneficio futuro de los accionistas minoritarios. En síntesis, una empresa con mayor apertura en los mercados de capitales, atraerá con mayor frecuencia las miradas e intenciones de inversión de los principales vehículos y family offices. Esto, a su vez, traerá como consecuencia, mayor profundidad y liquidez a la negociación de los títulos, reduciendo de esta manera la volatilidad excesiva en el precio.

Está probado que esta manera de organizarse contribuye a generar mucho más riqueza y posibilidades que con las que se forjaron muchas de aquellas corporaciones durante el siglo XX.

Después de tiempo que escribo algo en este blog. Espero les guste.

Recuerden que estoy en twitter @renitrader

Saludos.

(1)    GM, PG, AA, MMM, DIS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario