Un enfoque sobre como las empresas familiares pueden expandirse más rápidamente.
Usualmente las grandes corporaciones en un inicio fueron prosperos negocios familiares que evolucionaron fruto del trabajo y efectividad que sus propietarios pioneros le imprimieron por mucho tiempo. En un momento determinado, la configuración de su empresa cambió, se volvieron corporativos (en inglés: they became incorporated), abriendo su capital a otros socios para así poder compartir el riesgo de inversión así como los beneficios del negocio.
El hecho de volver la empresa
inicial, una corporación, no necesariamente implicaba que tuvieran un gran
gobierno corporativo por cuanto esto no implicaba, necesariamente, que el
capital se había abierto a bolsa, por tanto, seguía siendo una entidad no
regulada, y ello traía como consecuencia algunas deficiencias administrativas,
contables y financieras.
El siguiente gran paso, era abrir
el capital a la bolsa. Y cuando se dio, trajo consigo una serie de modificaciones y
cambios drásticos para poder ajustarse a los requerimientos regulatorios, los
mismos que buscan, con razón, proteger al accionista minoritario.
Dentro de esta nueva
configuración corporativa, aún pesa mucho, sobre todo en latinoamérica la
figura del propietario original, manteniendo la mayoría accionaria. Existe
mucha resistencia a dar el siguiente paso, lo cual significa perder la mayoría
absoluta en las decisiones de la compañía, el tan mentado, 50 + 1. La
complejidad del caso se agudiza, cuando el propietario mayoritario de la
compañía, tiene un puesto administrativo de avanzada, tal como CEO o CFO, pues
el conflicto de interés o problema de agencia se intensifica.
En ese sentido, he querido
repasar algunas experiencias corporativas del primer mundo para probar la tésis
de que perder el control puede no ser tan malo como pareciera a primera vista.
Por ejemplo, tomando una muestra de cinco de las mas representativas acciones
del índice Dow Jones (1), el análisis nos dice que el 96.82% de sus acciones
son de libre circulación en bolsa (en inglés free float), mientras que al mirar cinco de las principales
retailers latinoamericanas, cuyos nombres mantendremos en el anonimato, ese
número baja a 61.08%, lo cual no hace si no ratificar la tesis de que el latino
se muestra mucho mas reticente a ceder el control mayoritario a nuevos terceros.
El poderoso gobierno corporativo
que ostentan estas corporaciones que forman parte del índice DJI, les ha
permitido con el pasar de los años, poder continuar compartiendo el riesgo de
inversión y abarcando mas posibilidades de negocios que sí hubieran mantenido
la estructura de capital inicial.
Pero que implica perder la
mayoría accionarial. Principalmente, implica perder mayoría en el directorio,
por ende, las decisiones tendrán que ser mucha más colegiadas y consensuadas
para velar por el beneficio futuro de los accionistas minoritarios. En
síntesis, una empresa con mayor apertura en los mercados de capitales, atraerá
con mayor frecuencia las miradas e intenciones de inversión de los principales
vehículos y family offices. Esto, a su vez, traerá como consecuencia, mayor
profundidad y liquidez a la negociación de los títulos, reduciendo de esta
manera la volatilidad excesiva en el precio.
Está probado que esta manera de
organizarse contribuye a generar mucho más riqueza y posibilidades que con las
que se forjaron muchas de aquellas corporaciones durante el siglo XX.
Después de tiempo que escribo algo en este blog. Espero les guste.
Recuerden que estoy en twitter @renitrader
Saludos.
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