Un dilema enorme sobre el acceso al mercado laboral y la productividad
Los babyboomers son la generación
que nació después del final de la 2da guerra mundial y los Millenials vienen a
recoger a aquellos miembros de la generación Y.
Los Millenials o generación Y
están definidos como personas entre los 18 y 35 años de edad, nacidos en la era
pre-digital y digital. Más del 30% de los que conforman esta generación tienen
estudios universitarios, el triple que los babyboomers. No obstante, este
desarrollo tan ascendente, han llegado a la adultez, confundidos por los
cambios tan frecuentes por lo que han tenido que desarrollar una capacidad para
adaptarse a los cambios y ser flexibles ante las situaciones adversas.
Entre ambas generaciones, se
encuentra la generación X, que es la que actualmente tiene la mayor
participación en la PEA del mundo. No obstante, las diferencias sustanciales se
pueden apreciar en la comparación del título. El mundo ha cambiado brutalmente
en los últimos 30 años. Un babyboomer tenía 30 años en los 80, un X en los 2000
y un Y en el 2015.
La diferencia sustancial en el
acceso al mercado laboral tiene que ver básicamente con el grado de
competitividad que se vive en estos tiempos de globalización. Los babyboomers no
sentían esa presión por competir, sino que se tomaban “ su tiempo” para poder
realizar sus sueños. La productividad es fundamental para poder marcar la
diferencia, por tanto, un Millenial debe esforzarse el doble o el triple para
obtener el mismo nivel de calidad de vida que en su momento tuvo un babyboomer.
Si bien los sueldos ahora son mucho más elevados que antes, el costo de vida
también ha subido proporcionalmente.
Las decisiones que los Millenials
toman tienen repercusiones mucho más fuertes en sus vidas. Por ejemplo, la
decisión de estudiar una maestría, con el fin último de mejorar la hoja de vida
y tener mejores oportunidades laborales, posee un componente altamente
relevante en el aspecto financiero y por ello se debe evaluar exhaustivamente el
ratio costo – beneficio, en vista que si sus expectativas no se cumplen en el
futuro, la deuda financiera asumida para cumplir dicho anhelo, puede complicar
brutalmente las finanzas personales y por consecuencia, las familiares. Antes el tener una maestría no
era una obligación sino que más bien era un beneficio cuasi exclusivo de
algunos y sin embargo, estas especializaciones estaban más al alcance de la
gente. En la actualidad el tener una maestría se ha convertido en un commodity,
la diferenciación se logrará en función al valor agregado que cada uno le
aporte y los conocidos soft skills.
Hoy en día, un Millenial compite
para encontrar un puesto de trabajo y luego compite con sus pares para
mantenerlo. Si bien es cierto, los que mantienen la economía de un país son los
empresarios, esta generación trabaja mucho en corporaciones pues no consideran
que el ser empresario pueda atender sus necesidades de corto plazo. Estamos,
entonces, ante un escenario diametralmente opuesto en el ámbito laboral
también. Cualquier emprendimiento que realice un Millenial deberá pasar la
prueba de los filtros de calidad para lograr conseguir apoyo económico, y es en
ese paso que muchos emprendimientos se quedan, aunque de lograr avanzar los
proyectos pueden ser éxitos rotundos, sobre todo si están enfocados en el
desarrollo digital. Por ello, la productividad exigida a un Millenial es exponencialmente mayor para tener la misma evaluación de desempeño que en su momento tuvo un babyboomer.
La convivencia entre las
distintas generaciones mencionadas no es
tan sencilla como se puede pensar, por el contrario, es compleja, porque la
forma de entender el mundo es muy distinta. En ese sentido, es bastante
probable que los babyboomers sean los jefes de los X y Millenials, pero ese
paradigma es frecuentemente cuestionado por los Millenials, por ello, se puede
apreciar una alta movilidad laboral entre la gente de esta generación. Se
aprecia menos compromiso con las empresas y más búsqueda incesante de
satisfacción de corto plazo, asociada no únicamente al dinero sino que a otros
beneficios colaterales, como son las capacitaciones, la calidad de vida, el
tiempo para realizar actividades fuera del ámbito laboral, los viajes, el clima
laboral, el conocido “salario emocional”. Comprender el ADN de los Millenials
será la clave para lograr retener a la generación que siempre buscan rotar.
En lo personal, como parte de la
generación X, me toca lidiar con ambos, con los babyboomers y con los Millenials.
Puedo decir que es una experiencia de vida muy enriquecedora porque aprendes a
matizar las relaciones interpersonales, en función a lo que aprendes de ellos.
El tratar con ellos, pone a prueba tus capacidades gerenciales y te desafía a
sacar el máximo provecho de la relación que se mantiene con ambos.
Hasta la próxima.
@renitrader
Hasta la próxima.
@renitrader
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